CATEGORIAS DE LO ESTETICO
Se les llama categorías estéticas a la impresión afectiva y las sensaciones que
una obra de arte hace experimentar debido a
como actúa en el subconsciente del ser humano respecto a su juicio
estético. La categoría principal de la estética es lo bello y partir de ella
existen otras siendo las mas relevantes lo sublime, la fealdad, lo trágico, lo
cómico. Y lo grotesco.
La Belleza
La concepción general de lo bello según los griegos es que debe tener Armonía, Orden
y Proporcionalidad, a su vez con lo bueno. Muchos pensadores han asociado lo
bello con la idea de la divinidad. A lo largo de la historia la idea de lo
bello a cambiado.
Los orígenes de la belleza vienen de latín bellum que
significa bueno y excelente. Los griegos hacían referencia a lo bello con la
simetría para la belleza geométrica y armonía para la belleza musical.
Se le presto especial atención a lo bello entre pitagóricos y
sofista pues consideraban la belleza como “armonía asignada a la configuración
del universo y que también se refleja en las expresiones artísticas e
investigaciones matemáticas. en uno se sus diálogos Platón se opone al pensamiento de ciertos sofistas
que comparaban lo bello con lo agradable o con lo útil y que limitaban el
concepto de belleza a lo sensible e individual, o a la simple apariencia. En su
poética, Aristóteles concibe la belleza en relación con el orden y la medida
y concibe la belleza no sólo
diferenciada de lo útil y lo agradable (ya señalado por Platón), sino también
de lo bueno, en “el bien está siempre unido a la acción; la belleza se da
también en realidades inmóviles”.
La Fealdad
Es lo contrario de la belleza, produce espanto, miedo,
terror, pero igualmente forma parte de lo cotidiano, los griegos relacionan la
fealdad con lo malo, Suele asociarse a la fealdad con lo negativo, pero los
estetas como Sánchez Vázquez afirman que lo feo tiene una dimensión estética y
que no se identifica con valores negativos. Calificar de feo un ser real (un
sapo) no significa negarlo estéticamente. Lo feo se da en un objeto que por su
forma es percibido estéticamente. Surge la representación de la fealdad en el
siglo XIX como un movimiento en contra de la belleza clásica. Pero finalmente
la fealdad es una categoría estética porque es un sentimiento que es
experimentado cuando la obra al estar bien hecha, al estar perfectamente
elaborada logra el efecto de fealdad en el es espectador.
LO SUBLIME
Proviene del latín, y quiere decir, Elevado o alzado del
suelo. Esta palabra se usa para denominar algo excelso, eminente o muy elevado.
Lo sublime se puede encontrar en ciertos fenómenos naturales, como lo puede ser
un arco iris, un cielo estrellado, o también se puede aplicar a determinadas acciones
humanas, como lo que han hecho algunos hombres que arriesgan o sacrifican su
vida. Lo sublime entonces se aplica a lo que está dotado de un gran poder y
grandiosidad y que opaca nuestra limitación como humanos. Algunas obras de arte
nos elevan sobre nuestros propios límites, nos arrebatan por su grandiosidad o
infinitud, nos estremecen. La sublimidad va acompañada de lo ilimitado, la
grandiosidad del alma, la belleza infinita, oscura y de enormes dimensiones.
Experiencias que van acompañadas no por el nublamiento de la conciencia, si no
por la contemplación gozosa de la grandiosidad. Actos Sublimes hacen que el
hombre trascienda. Sin embargo, Friedrick Nietzsche, critica fuertemente a los
sublimes (refiriéndose a los hombres sublimes) alegando mucha seriedad, no
saber ni la risa ni la belleza, llamándolos monstruos “Si este sublime se
fatigase de su sublimidad: entonces comenzaría su belleza, - sólo entonces
quiero yo gustarlo y encontrarlo sabroso. Y sólo cuando se aparte de sí mismo
saltará por encima de su propia sombra - y, ¡en verdad!, penetrará en su sol.
Demasiado tiempo ha estado sentado en la sombra, pálidas se le han puesto las
mejillas al penitente del espíritu; casi murió de hambre a causa de sus
esperas.” Así habló Zaratustra, Nietzsche Friedrick, De los sublimes.
Pero lo bello no existe en estado puro, sino que está siempre
atravesado por otras categorías estéticas emparentadas con el “feísmo”, y entre
las cuales podemos mencionar lo grotesco, lo cómico, lo ridículo y lo
siniestro.
Lo trágico
Episodios funestos y eventos desafortunados, son parte de la
vida humano y son hechos sangrientos, de gran amargura y dolor, son
sentimientos humanos que pueden ser expresados artísticamente, lo cual crea una
categoría estética, esta también nos llega desde los griegos, las tragedias de
Esquilo, Eurípides y Sófocles son algunos ejemplos. En las obras trágicas, el
destino juega un papel muy importante, puede estar incluido el desamor, el
engaño, homicidios, etc. Lo que caracteriza a las obras trágicas es la
imposibilidad de salir de esa situación funesta, es un conflicto sin solución.
La situación es desdichada, cerrada y con un desenlace funesto. Para
Aristóteles la tragedia viene cuando la felicidad se transforma en desgracia.
El personaje trágico es un ser desdichado, ya que su vida desemboca en la
desventura; por tanto, su destino es sufrir. Aristóteles no se limita a
describir el buen comportamiento del personaje trágico que el destino le trunca
su felicidad desembocando su vida en un final desdichado; si no que subraya
también el modo como afecta la situación al espectador. Éste efecto es llamado
kátharsis, término griego que se traduce como “purificación”.
LO CÓMICO
lo cómico es un
producto del psiquismo humano que responde a la capacidad de percibir con
sentido lúdico los aspectos defectuosos, deformes o insólitos de la realidad
física y de los comportamientos sociales del hombre, que por esas razones, son
interpretadas como ridículas o hilarantes.
En la historia de la Estética, de la Psicología y la Teoría
Literaria han surgido diversos intentos de explicación del fenómeno de la
comicidad y de la risa. En su Poética, Aristóteles dice que lo cómico consiste
en el placer de reírse ante lo desagradable y defectuoso, es decir, ante lo
feo.
Kant interpreta una de las formas de expresión de lo cómico
–el chiste- como un mecanismo de sucesión de desconcierto y esclarecimiento, al
igual que Freud. Hegel descubre en lo cómico un elemento de resolución de
tensiones. Schopenhauer cree que el placer de la risa es provocado por la
aprehensión de lo incongruo entre lo pensado y lo percibido, esto es, lo real.
Otros procedimientos cómicos serían el chiste, la chanza, la
broma y la ocurrencia ingenua. Freud distingue el humor de la mera comicidad:
ésta halla obstáculos para producirse en presencia del dolor; aquel es un medio
de conseguir placer, a pesar de los efectos dolorosos que pudieran salirle al
frente. Así el condenado a muerte que pide que la hoja de la guillotina no esté
oxidada, porque su cuello podría infectarse A más de lo señalado por Freud,
tendríamos como especies de lo cómico la ironía, la sátira y la bufonada.
Lo grotesco
La palabra grotesco
proviene del italiano “grotta” (gruta) y significa extravagante, irregular,
grosero, de mal gusto. Ha sido aplicado a ciertas figuras caprichosas o
extravagantes encontrados en pinturas de monumentos romanos excavados en la
época renacentista.
Posteriormente se ha designado “grotesco” a una categoría
estética y literaria que alude a lo exagerado premeditadamente, a una
reconstrucción desfigurada de la naturaleza; a una unión imposible de los
objetos, tanto en la naturaleza como en nuestra experiencia cotidiana (Bajtín),
a una distorsión de la apariencia externa, a una fusión de lo animal con lo
humano, a una mezcla de la realidad con el ensueño.
Entre los subgéneros literarios más frecuentemente utilizados
en la deformación grotesca de la realidad (ya se trate de seres humanos, instituciones,
ideologías, valores), figuran la caricatura, la farsa, la parodia
burlesca, entre otros, que pueden perseguir o el goce estético provocador de la risa o
una intencionalidad satírica de carácter moral, político.
Lo grotesco pone en evidencia una parte de la realidad
humana: su corporalidad y animalidad, manifestada en sus instintos
primordiales. Esto permite realizar una crítica a la pretendida racionalidad,
armonía y orden de las relaciones humanas y entender la subversión del esquema
de valores de ciertas sociedades establecidas.
Las obras de arte y todo lo que nos rodea provoca sensaciones
en el ser humano para mi las que conllevan negatividad como la fealdad, lo
trágico y lo grotesco son las que se perciben mayormente ya que como menciona Kant no hay nada que
provoque mas que el miedo o aquello que causa dolor.
Categorías estéticas
La siguiente
explicación de las categorías estéticas fue tomada en gran parte de la Tesis Doctoral del autor (León Maristany,
2013, págs. 40-60)
Categorías
estéticas
En
el proceso creativo, la elección de la forma en que se va a dar el mensaje al
espectador, es la elección de la categoría estética, es también aquí cuando el artista
toma la decisión de emocionar o conmocionar al espectador; la categoría va a
complementar de manera significativa el sentido del mensaje. Si la temática
está centrada en la elección del género artístico que es la primera elección,
entonces el artista puede elegir el desnudo femenino como género y este mensaje
puede ser un desnudo recatado, pecaminoso o explícito, la forma en que dé el
mensaje es la categoría y esta puede ser: bella, grotesca, fea, ridícula,
graciosa, trágica, etc., la elección de la categoría es muy importante a la
hora de presentar la obra de arte al espectador.
Como refiere Miguel Cereceda (2008) son
muchos los autores desde Platón, Aristóteles, Plotino, Inmanuel Kant entre
otros estetas alemanes (Schiller, Fichte, Schelling, Hegel, Schopenhauer,
Nietzche, etc.), italianos (Pellico, Manzoni), franceses (Chateaubriand,
Lamartine, Victor Hugo, Victor Cousin, Jouffroy, Lamenais, Taine, Guyau,
Séailles, ), ingleses (Ruskin, Spencer, Grant Allen, Vernon Lee, William Morris),
que han aludido el tema.
En un complejo proceso de definiciones, explicaciones
e interpretaciones que en el mundo contemporáneo del arte, han quedado algunos obsoletos,
otros como fundamento, otros en la contradicción. Finalmente, las categorías
estéticas no son el producto del pensamiento de los filósofos, sino el
resultado del proceso creativo de los artistas, quienes navegan construyendo y
destruyendo conceptos o taxonomías en sus obras de arte.
Raymond
Bayer nos refiere “La estética ha estado mezclada con la reflexión filosófica,
con la crítica literaria o con la historia del arte […] Los valores estéticos
no se presentan aislados; son funciones de valores morales y políticos.” (Bayer, 1961, p.
7).
El
arte contemporáneo ha removido todo el pensamiento filosófico renacentista y
moderno, Miguel Cereceda, en la introducción de su libro nos dice: “Mi
sugerencia es que la Filosofía, viene a buscar en el arte un modelo de fundamentación
y afirmación de sentido. El problema de la búsqueda del sentido (el del sentido
de vida, el del sentido de la Historia o el del sentido del ser de lo
existente) es tal vez el problema central de la Filosofía, y también el
problema central que aborda este libro.” (Cereceda, 2008, p. de Introducción).
Más adelante nos refiere también en su
primer título “La filosofía del horror” narrando como suceden los casos más
crueles e ignominiosos en el mundo, ante la existencia y fracaso del más alto
pensamiento que se detiene a contemplar este escenario. A la vez nos refiere un
gran logro en pensamiento que terminó colapsado por la imposibilidad de darle
sostenibilidad en el mundo real “Marx supo mostrar con éxito las causas
económicas de esa falta de entendimiento: la existencia de un sistema de
distribución desigual de la riqueza que permite y que fomenta la más absoluta
miseria junto a la mayor abundancia de recursos. Pero el modo revolucionario en
el que él propuso erradicar esta distribución desigual resultó ser un fracaso
estrepitoso. Todo este fracaso se convierte así en el problema de la filosofía. ¿Por qué el intento más serio que los
hombres han hecho, para crear las bases de un entendimiento mutuo, es decir,
una sociedad igualitaria, justa y libre se ha terminado convirtiendo en un
nuevo sistema de dominación del hombre por el hombre y en una nueva
perpetuación de desigualdades, injusticias y falta de libertades?” (Cereceda, 2008,
p. 16).
¿Es
que todo esto nos hace pensar que la filosofía es un horror? Los cambios por la
cientificidad, la globalización, la sociedad de consumo, los extremos
políticos, el terrorismo, etc., conducen también a cambios en las expresiones
de estas culturas contemporáneas. Los sentimientos nostálgicos de un pasado
mejor, y el pesimismo de un futuro aterrador, aniquilan el equilibrio
existencial del ser actual, enfermo y con ansiedad por una sociedad desquiciada
que creó el Fast Food, el doble turno de trabajo, un ave sin plumas y la
inseguridad mundial. Evidentemente cambiaron la naturaleza pacífica del hombre,
y con ello su expresión.
Lo
bello y lo sublime dejaron de ser el objetivo del arte, el pensar que el arte
es la solamente la expresión de la belleza hoy en día es algo irracional, no se
puede encasillar el pensamiento en este concepto que no satisface la necesidad
espiritual del hombre actual. El desinterés kantiano tiene vigencia para la
contemplación, pero el gozo de la obra de arte sin meditar en su contenido en
el contexto actual es una “aberración” (f. Grave error del entendimiento. –
Diccionario de la RAE). Las expresiones contemporáneas abstractas,
conceptuales, efímeras, ornamentales, vivas, etc., entregan un mensaje
diferente al espectador. En el concepto de Kant lo que asquea no es ilícito en
el arte, porque no es arte, hoy esa es una experiencia legítima para sus
autores, desafiando al filósofo y reclamando su derecho de crear con libertad y
dejando claro que la validez de las categorías estéticas no corresponde a los
filósofos determinarla, sino a los artistas crearlas, emplazando a la filosofía
el trabajo de describirlas.
Lukacs
nos refiere: “Metodológicamente considerado, ese atraso de la teoría estética
(no solo de la griega, desde luego) tiene en su fondo una grande idea verdadera
y fecunda: la insistencia en que el arte, como en la ciencia y como el
pensamiento de la vida cotidiana, es un reflejo de la realidad objetiva. Si se
abandona este punto de vista, como tan frecuentemente ocurre en la estética
burguesa de la decadencia, las raíces del arte quedan desgajadas del suelo en
el que crecen y obran.” (Lukács, 1965, Pág. 132).
Si
como sostiene Lukács el arte es un reflejo de la vida objetiva, entonces el
surrealismo, el minimalismo y el expresionismo abstracto quedan fuera de la
posibilidad de ser arte, mezclar la idea de estética burguesa con arte
contemporáneo en la historia del arte quedó en solo palabras vanas para los
artistas, que a la fecha no afectaron sus procesos creativos por ser opiniones
que intentaron limitar al arte en los planteamientos filosóficos. La historia
nos ha demostrado que la filosofía no puede condicionar, direccionar, normar,
ni determinar lo que es el arte, ni determinar tampoco que le corresponde hacer
a los artistas.
Así
que la propuesta de categorías contenidas en esta investigación está sustentada
en el pensamiento del artista contemporáneo adicionado a los conceptos
histórico-estéticos existentes. Por lo que la belleza, lo sublime, lo feo y lo
trágico son sólo categorías, asumiendo que la estética actual no estudia la
belleza en el arte, sino que la reduce a una categoría más. Como sostiene Kant “la
estética debe resolver el problema del arte”, esta tarea en su gran
complejidad, debe dejar las puertas abiertas, el libro sin terminar con hojas
en blanco subrayadas para añadir los cambios producto de la contemporaneidad,
porque los tratados de estética hoy en día no tienen punto final.
La belleza
Para
explicar las categorías estéticas conceptualizamos que la belleza es el primer
problema estético al que se enfrentaron los pensadores, éstas tienen una larga
historia desde los poetas griegos, por ejemplo: “En Hesíodo, la fuente de la
belleza se encuentra en la mujer. En Homero, su manantial es la naturaleza…” (Bayer, 1961, p. 23).
La
belleza ha sido asociada a lo justo, a lo moral, a lo corporal, a lo
espiritual, la juventud, pero la belleza existe tanto en la naturaleza como en
el arte.
“Es
el placer que proviene del oído y la vista […] Deberíamos concluir entonces que
lo bello es lo agradable ventajoso. Y con esta conclusión dudosa, simple
hipótesis con que termina la obra que ofrece un acuerdo no resuelto, volvemos a
toparnos con el tema, quizá velado, sin manifestarse expresamente, más
persistente a través de toda la obra de Platón… (Análisis del Hipias Mayor” de
Platón)” (Bayer, 1961, p. 36).
Plotino
afirma que la belleza es el resplandor de una luz inteligible de las cosas
sensibles.
Al
estudiar los conceptos de belleza tanto en la Grecia antigua como en la edad
media relacionaban lo bello con el bien. Una referencia sobre lo que opinaba
Tomás de Aquino nos ilustrará al respecto:
“Santo Tomás nos ofrece en su obra diferentes
definiciones de lo bello. Para que haya belleza se requieren tres
características esenciales: la integridad o perfección, la proposición justa o
armonía, y la claridad. Las primeras dos cualidades provienen de Aristóteles. Integritas significa que todas las
propiedades pertenecientes al objeto deben encontrarse efectivamente en el
objeto. Todas esas cualidades múltiples deben concordar, es decir, formar un
nexo armonioso exigido por el concepto y por la finalidad del objeto. La claritas significa que estas cualidades
del objeto deben ser apercibidas por nuestra razón. Las tres características
son intelectuales, y debe existir un nexo legítimo entre ellas. De este modo
llega Santo Tomás nuevamente a la cuestión planteada más arriba: las relaciones
entre lo bello y el bien.” (Bayer, 1961, p. 91).
Tomás
nos ofrece una visión de la belleza como cualidad del objeto, cualidad que le
pertenece, asumiendo la belleza como un estado objetivo en las cosas, las
mismas que son bellas.
“Las
diversas sensaciones de agrado o desagrado no se sustentan tanto en la
disposición de las cosas externas que las suscitan, cuanto en el sentimiento de
cada hombre para ser por ellas afectado de placer o desplacer § 207 […] El
sentimiento más delicado, que ahora queremos considerar, es particularmente de
dos especies: el sentimiento de lo sublime y el de lo bello. La afección es
agradable para ambos, pero de manera muy diferente. La vista de una montaña,
cuyas cimas nevadas se yerguen por encima de las nubes, la descripción de una
tormenta enfurecida o la de un imperio infernal que hace Milton suscitan complacencia, pero con horror. Por el contrario, el
aspecto de un prado lleno de flores, valles con arroyos serpenteantes,
cubiertos por rebaños pastando, la descripción de Elíseo o el relato de Homero
sobre el cinturón de Venus originan también una sensación apacible, pero que es
alegre y risueña. Para que la primera impresión tenga lugar en nosotros, con
intensidad apropiada, hemos de tener un sentimiento
de lo sublime y, para disfrutar
convenientemente la última, un sentimiento
para lo bello. § 208” (Kant, 2008,
ps. 29 a 32).
Inmanuel Kant nos deja clara la
relación en las dos categorías, la de lo bello y la de lo sublime, y precisa
bien la relación entre sentimiento y sensación que ocurre en el espectador que
se encuentra en estado contemplativo viviendo una experiencia estética frente a
la obra de arte. La de sensación se da primero y luego el sentimiento, por lo
que esta afección producida por los sentidos a través de percibir la obra de
arte es subjetiva, contrario a Tomás que afirma la objetividad del hecho.
Acorde
con esta definición la belleza se da en un plano subjetivo, no es una cualidad
del objeto, ya que no todos percibimos la belleza de la misma manera, es más,
cada ser tiene un concepto propio de lo bello como una huella digital, muy
personal e inconfundible, porque las categorías son la sensación de
satisfacción y el sentimiento propio del espectador producto de la experiencia
estética que determinará su propio juicio estético con respecto a lo que debe
ser la obra de arte.
“…Tanto
podemos gozar de una comida como de una obra artística. Sólo debemos añadir que
una obra de arte es mucho más que un mero objeto de goce. Pero en la medida que
disfrutamos de una obra de arte percibimos la satisfacción de una tendencia al
goce que, como impulso parcial, procede de un impulso general a la vida.” (Lersch, 1974, págs. 199-200).
Concluyendo
podemos definir que la belleza como categoría estética es una experiencia en la
que el espectador, durante la contemplación, percibe una sensación de
satisfacción y un sentimiento de goce estético ante el objeto de arte y que, de
acuerdo a su gusto, juzgue como bello.
Lo feo
Lo feo como
categoría estética en la reflexión del arte según definición se ha escrito lo
suficiente como para entender esta categoría, como la de Rosenkranz, “Estética de la fealdad”, (1853). Max Schasler,
“Aesthetik” (1886) y Eduard Von Hartmann.
Nikolai Hartmann, “Estética”
(1953) aborda también el tema de la fealdad.
“Ante la
fealdad de un objeto estético, el sujeto lejos de sentirse atraído como le
sucede con la belleza; el sujeto se siente molesto o asqueado. El objeto
contemplado desagrada, repugna, duele; es
justamente lo opuesto al efecto placentero que vive el sujeto en la belleza.”
(Ref. Virtual) Educación Estética y Artística – Profesor Jorge A. Lobato Rivera – Universidad Nacional
Autónoma de México. http://www.lobato.mx
Fecha de consulta Marzo 2013.
Existe variada bibliografía para ampliar estos conceptos.
Concluyendo
podemos definir que lo feo como categoría estética es una experiencia en la que
el espectador, durante la contemplación, percibe una sensación de una
satisfacción estética y una mezcla de sentimientos de dolor, desagrado ante el
objeto de arte y que de acuerdo a su gusto, juzgue como feo.
Lo sublime
Según
Inmanuel Kant lo sublime sobrepasa lo bello, “… lo sublime descansa en el
Juicio del Gusto, pero la gran diferencia reside en el hecho de que la esencia
de lo bello se encuentra en forma de objeto, por lo que tiene una limitación,
mientras que el carácter de lo sublime es lo informe en tanto que infinito […]
lo sublime se refiere pues, a la razón, y no al entendimiento: es lo ilimitado,
la regresión a lo incondicionado. […] Lo sublime no posee atractivos ni es
juego, sino que impone respeto y seriedad. Es un placer negativo de carácter
subjetivo. Lo sublime se encuentra en el acto de aprehensión: no hay objetos sublimes.
Es el sujeto que lo ve el que es sublime. […] Así el juicio de lo sublime
refiere el libre juego de la imaginación y sólo él lo es en la ocurrencia, ya
que observa que “todo el poder de la imaginación no mantiene una relación con
las ideas de la razón.” (Bayer, 1961, ps. 210,211).
La palabra
sublime viene del latín sublimis, que
significa elevado, que se levanta o alza del suelo.
Lo
grandioso, lo excelso, lo que va más allá de nuestras fuerzas, por su
belleza o tragicidad. Eso que te impacta y te deja pensando durante
días o meses, a veces años es algo muy sublime; Kant nos dice que el
día es bello, la noche es sublime.
Fuente: Kant, I. (2008). Observaciones
acerca del sentimiento de lo bello y de lo siblime. Madrid: Alianza
Editorial.
Concluyendo
podemos definir que lo sublime como categoría estética es una experiencia en la
que el espectador, durante la contemplación, percibe una sensación de una
elevada satisfacción y una mezcla de sentimientos de goce, placer, horror,
etc., estéticos ante el objeto de arte y que de acuerdo a su gusto, juzgue como
sublime.
Lo Trágico
“La tragedia griega es, a fin de cuentas, un
triunfo sobre lo trágico; se compone de dos elementos; lo trágico propiamente
dicho, retrato de la perdición humana y, por otra parte, es espíritu de
justicia, de equilibrio, de mesura. No nos enfrentamos únicamente a la
representación poética de la angustia, sino a la expresión de una victoria de
la razón apaciguadora.” (Bayer. 1961. p. 28).
Aristóteles
llega a la siguiente definición “La tragedia es la imitación de una acción
completa y acabada que posee una grandeza determinada.” (Bayer,
1961, p. 52).
“La
verdadera finalidad de la tragedia es la catarsis, que posee dos sentidos
posibles. Consiste sea en desembarazarnos de tales pasiones, lo cual
concordaría con bastante precisión con el sentido platónico; deponemos estas
pasiones en el teatro, produciendo el fenómeno de homeopatía, o bien se puede
tratar de la auténtica purificación en el sentido que tiene este concepto entre
los platónicos.” (Bayer, 1961, p. 54).
La tragedia
revela el íntimo conflicto y la lucha de la voluntad consigo misma «El dolor
sin nombre, el afán de la humanidad, el triunfo de la perfidia, la tiránica
influencia de las circunstancias, y el derrumbamiento fatal de los justos y de
los inocentes, son presentados por la tragedia a plena luz, y se alcanza así un
indicio muy significativo de la naturaleza del mundo y del ser» (Schopenhauer
Im., I § 51) (Abbagnano, 1956, p.
25).
La narración visual de una tragedia tiene sus
fundamentos en las narraciones literarias, en los mitos, en las leyendas, en
las que el artista intenta representar el mensaje trágico referido a cualquier
acontecimiento como la destrucción de la vida o los valores y recurre a las
categorías para impactar en el espectador la fuerza de su expresión.
Temas como
la “muerte de Santa Eulalia” 1885, por John William Waterhouse, tratan las
tragedias de una manera muy particular, sin necesidad de representar el hecho
de modo sangriento o cargado de la violencia de los hechos. La tragedia tiene
un mensaje trágico no necesariamente mostrando una representación fidedigna de
los acontecimientos, sino simbólica.
Concluyendo
podemos definir que lo trágico como categoría estética es una experiencia en la
que el espectador, durante la contemplación, percibe una sensación de una
satisfacción estética y una mezcla de sentimientos de dolor, aflicción, ira,
etc., estéticos ante el objeto de arte y que, de acuerdo a su gusto, juzgue
como trágico.
Lo Terrorífico
En el mundo
del arte contemporáneo, el deseo del artista es de impresionar a su espectador,
una de las formas de hacerlo es, transmitiendo un mensaje cuyo contenido lo
conmocione, lo invite a pensar y sentir miedo a lo que acontece en la obra de
arte, eso es crear una emoción de susto, dada la fuerza del mensaje, el
espectador difícilmente borrará tal impresión sensorial y el sentimiento que
produjo. El artista se inspira de muchas maneras, de lo que ve, de lo que le
sucede, de lo que sueña, de las narraciones que oiga, etc. Esta inspiración ha
dejado en muchos artistas el deseo de vivir un paradigma semiótico en su
temática, por lo que en su proceso creativo el género (según la clasificación
de Diana Newall) va acompañado del deseo de expresarse en una categoría. El
terror es una categoría que ha sido asumida por artistas contemporáneos en su
medio de expresión.
Pintores,
escultores, grabadores, fotógrafos han tomado la bandera del horror en sus
representaciones y simbolismos; uno de los elementos utilizados para crear
pánico en el espectador es la muerte. Podemos ver la obra de Ron Sumners en su
obra “Muro de una casa embrujada para Halloween
construido” (Referencia virtual: http://es.123rf.com/photo_654584_pared-de-una-casa-frecuentada-construida-para-halloween-la-escultura-fue-hecha-por-mi-asi-que-llevo-.html
- Consulta 3 mayo 2013).
Otro elemento utilizado por
los artistas es la espiritualidad demoniaca y su asociación al hades, conocido
como infierno. Podemos ver la obra Escultura exenta “Hellion” mascota diseñada
para Hell Awaits Metal Bar (Barcelona). “Técnica Escultura modelada en arcilla
y vaciada en resina de poliéster y fibra de vidrio. Policromía acrílica con
aerografía. Medidas 0,70m h. (Referencia virtual: http://www.drasticworks.com/modelado-gargola.php Consulta 3 mayo 2013.
Un elemento también utilizado
por los artistas es la creación física monstruosa de seres imaginarios o reales
como dinosaurios, insectos, etc., deformados en su tamaño exagerando su
agresividad natural convirtiéndolos en seres asesinos y depredadores de seres
humanos. Escultura exenta gigante de “Fear of the Dark” de la popular banda
inglesa Iron Maiden. Técnica: Escultura modelada en arcilla y vaciada en resina
de poliéster, fibra de vidrio y hierro. Sistema luminoso eléctrico en los ojos.
Policromía acrílica con aerografía. Medidas: 3,90m x 1,90m. (Referencia
Virtual: http://www.drasticworks.com/modelado-fear-of-the-dark.php
- Consulta: 3 mayo 2013)
Concluyendo
podemos definir que lo terrorífico como categoría estética es una experiencia
en la que el espectador, durante la contemplación, percibe una sensación de una
satisfacción estética y una mezcla de sentimientos de susto, pánico y
agitación, etc., estéticos ante el objeto de arte y que, de acuerdo a su gusto,
juzgue como terrorífico.
Lo Grotesco
Lo grotesco
como categoría estética es muy utilizada en el arte contemporáneo; pinturas y
esculturas como las de Botero, han conmocionado al espectador en las últimas
décadas. Esta categoría es analizada con mucha asertividad por Bernard
Berenson, quién destaca la naturaleza que debe tener la obra de arte para ser
reconocida como grotesca:
“El cuerpo
humano en sí y por sí no es más que otro objeto “natural” dotado de las
cualidades intensificadoras de la vida de una obra de arte. […] Su autoridad
deriva del hecho de que decide sin apelación de lo que es o no coherente y
congruente en los demás cuerpos vivientes, y cuanto espacio deja para su libre
juego. Ciertas desviaciones deliberadas hechas por caricaturistas en todos los
tiempos, así como por pintores distorsionistas de hoy, nos divierten mientras
permanecen entre los límites protectores de lo grotesco permisible. La
distorsión debe evitar aproximaciones humillantes o aun analogías.” (Berenson, 2005,
p. 101).
“De hecho nuestros cuerpos rara vez son caricaturizados.
La intención no sería reconocida. Anubis con cabeza de perro. Keshmet con
cabeza felina, y Hathor parecido a una vaca, tienen troncos y cuerpos humanos
normales. Lo grotesco no es lo incongruente, y de hecho debe evitarlo. Lo
grotesco puede deformar figuras humanas y animales, exagerar esta o aquella
característica, alargando o engrosando y reduciendo proporciones, pero nunca
debe cambiar las relaciones anatómicas o multiplicarlas.”
(Berenson, 2005, p. 102).
Concluyendo
podemos definir que lo grotesco como categoría estética es una experiencia en
la que el espectador, durante la contemplación, percibe una sensación de
satisfacción estética y una mezcla de sentimientos de placer, alegría, etc.,
estéticos ante el objeto de arte que
puede deformar figuras humanas y animales, exagerar esta o aquella
característica, alargando o engrosando y reduciendo proporciones, pero nunca
debe cambiar las relaciones anatómicas o multiplicarlas como grotesco.
Lo Abyecto
Si bien es
cierto que lo abyecto significa de acuerdo al diccionario de la Real Academia
Española en su versión doce: “1. adj. Despreciable, vil en extremo”. Lo abyecto causa repugnancia y la
indignación. Ante lo abyecto el asco es la emoción como reacción humana ante la
percepción externa del objeto o fenómeno.
Lo abyecto
es ya una categoría contemporánea, en el sentido de los sentimientos y
emociones que causan la abyección son similares ante los sentimientos y
emociones que produce al espectador los derrames o arrojos de líquidos o
sólidos del cuerpo como sangrar, orinar, defecar, vomitar, moquear, menstruar,
llorar, sudar, eyacular semen, babear o escupir.
Si bien
Inmanuel Kant definió que la categoría de lo asqueroso está fuera del arte en
su libro “crítica del juicio”, es un concepto en el que se definía el arte como
bello, sin embargo el fin en el arte contemporáneo es el mensaje hacia el
espectador. Lo abyecto en el arte contemporáneo está relacionado con el uso del
material para elaboración de la obra de arte en el que se utilizan secreciones
fluidos corporales humanos y en segundo lugar con el contenido en el que se
representan estas secreciones en la obra de arte independientemente de la
técnica que se utilice.
Es cierto
que existen obras de arte cargadas de secreciones desde el renacimiento,
podemos ver en los cuadros de Judit y Holfernes tanto de Artemisia
Gentileschi como de
Caravaggio hechos en que los autores se autorretratan en una escena sangrienta y
violenta, lo abyecto ha superado la idea de solo derramar sangre o lágrimas.
Los vómitos, la menstruación, la defecación son tema de diversas expresiones
contemporáneas; La artista Vanessa Tiegs, en lo que ella denomina como “crear
una imagen positiva de la menstruación”. Gottfried Helnwein en su serie “murmullo de los
inocentes” con niños sangrantes. La artista Millie Brown tiene una forma
peculiar de realizar sus cuadros, vomitando.
El artista alemán, Martin Von Ostrowski, ha utilizado fluidos corporales
en sus obras, entre las que destaca un retrato de Hitler hecho con su propio
excremento.
Referencia: http://www.dogguie.net/el-parque-tematico-mas-raro-de-corea-del-sur/
Concluyendo
podemos definir que lo Abyecto como categoría estética es una experiencia en la
que el espectador, durante la contemplación, percibe una sensación de
satisfacción estética y un sentimiento de asco ante el objeto que producen al
espectador los derrames o arrojos de
líquidos o sólidos del cuerpo como sangrar, orinar, defecar, vomitar, moquear,
menstruar, llorar, sudar, eyacular semen, babear o escupir utilizados como
medio de expresión o contenido representado en la obra de arte.
Lo obsceno
Lo obsceno
está definido por el diccionario de la Real Academia como: 1. adj. Impúdico,
torpe, ofensivo al pudor. Hombre, poeta obsceno. Canción, pintura obscena.
Lo obsceno
es aquello que muestra y sugiere todo lo que en la ética social no está
permitido. Lo obsceno tiene una connotación importante en el erotismo. Lo
obsceno y lo erótico no son exactamente lo mismo. Lo Erótico según el
diccionario de la Real Academia se define como sigue: (Del lat. erotĭcus, y
este del gr. ἐρωτικός). 1. adj. Perteneciente o relativo al amor sensual. 2. adj. Que excita el apetito sexual.
Lo erótico
está relacionado con el amor y el deseo sexual. Los humanos somos el producto
del erotismo de nuestros padres, caso contrario el ser humano sería producto de
una inseminación artificial o de una violación.
Lo obsceno
está definido dentro de lo prohibido. Aquello que hiere la sensibilidad del
espectador. Lo erótico puede estar en las diferentes categorías estéticas como
lo bello, lo sublime, lo feo, lo grotesco, etc., debido a la carga erótica que la obra contenga.
Lo obsceno
no tiene una connotación universal porque puede variar la opinión del
espectador, lo semidesnudo es algo que afecta más a uno que a otros, o no puede
tener la más mínima afección en determinado espectador. Lo desnudo igual. La
idea de obscenidad asociada al pecado es una idea religiosa que condiciona al
espectador a una determinada respuesta frente a una determinada conducta. La
desnudes como pecado es solo una idea. Porque en realidad nacimos desnudos, nos
desnudamos para bañarnos, para dormir e incluso durante alguna actividad, por
lo que el desnudo es algo natural, el problema empieza cuando esa desnudez es exhibida.
La desnudez al ser exhibida puede traer consigo obscenidad y erotismo.
Un artista
que nos ayuda a entender este concepto es Dominique
Regnier. Referente virtual:
(http://www.ateliersdartistes.com/rubrique.php?id_rubrique=20)
Luif Mercier, Roberto Ferri entre otros artistas contemporáneos se
desenvuelven en esta categoría; También ha sido representada en un museo del
arte obsceno y erótico Jeju Love Land, el parque erótico de Corea.
Concluyendo
podemos definir que lo Obsceno como categoría estética es una experiencia en la
que el espectador, durante la contemplación, percibe una sensación de
satisfacción estética y un sentimiento de placer y/o de fastidio en la que el
contenido tiene su esencia en lo que se sugiere más que en lo que se ve, y
tiene una carga mayor de erotismo que en las demás categorías afectando el
espíritu del espectador por los tabús a los que se sujeta.
Lo fantástico
El género de
lo fantástico se fundamenta en que lo que se representa pertenece al mundo de
los sueños o ilusiones, lo cual se puede entender, que así como lo meta-físico
está más allá de lo físico, lo fantástico sería lo anormal, lo sobrenatural o
irreal donde la imaginación del artista va más allá de los normal, natural o
real.
Cabe
distinguir que esta definición se aplica a las representaciones figurativas, no
podemos confundir lo ilusorio con el simbolismo. El simbolismo se da cuando una
representación (fenómeno de la semejanza) tiene un parecido o semejanza con un
fenómeno natural, normal y real, sin embargo, su significado cambia, por lo que
lo simbólico va a interpretar (encontrar el significado) a lo que está
representado de manera natural.
En lo fantástico la representación
no tiene naturalidad, se representan objetos irreales, los elementos del
universo algunos son reales, pero basta uno que no lo sea, para que la
representación deje su realismo y pase a ser fantástico.
En los
trabajos de Luis Ricardo Falero, hay desnudos naturales en contextos naturales
pero imposibles de habitar como en el espacio fuera de la tierra, esa relación
de imposibilidad es ilusoria y no es natural.
Luis Ricardo Falero
También
los desnudos son naturales a los que se les ha añadido elementos como alas, lo
que cambia su naturaleza a ilusoria e irreal.
Luis Ricardo Falero
Así
tenemos artístas contemporáneos como Anne
Stokes, John Pitri, Wil Cormier, Alexander Alemany, etc., que hacen gala con
sus representaciones fantásticas.
Concluyendo
podemos definir que lo Fantástico como categoría estética es una experiencia en
la que el espectador, durante la contemplación, percibe una sensación de
satisfacción estética y un mezcla de sentimientos de placer, susto, ira, temor,
alegría, diversión o desconfianza; en la que el contenido tiene su esencia en
lo que se percibe es anormal, lo sobrenatural o irreal donde la imaginación del
artista va más allá de los normal, natural o real.
Lo gracioso
Lo gracioso o
lo cómico es una categoría que tiene por esencia la risa o carcajada del
espectador. No se trata de alegrarse, se trata de reírse. Para esto el artista
recurre al humor, la sátira o la ironía. Hay que recordar que no todo lo que
produce risa es arte, porque lo gracioso de una caída o babosada no tienen un
fin estético, ni son premeditados. Preparar una obra de comicidad tiene no sólo
un fin vacío, también contiene un mensaje al espectador por ser el arte, un
medio de comunicación, para esto son necesarias la contemplación y el placer estéticos.
fuente : imagenesgraciosas.es
La Monalisa
en un cuadro ilusionista, y el trampantojo que contiene un mensaje de
comicidad.
Concluyendo
podemos definir que lo Cómico como categoría estética es una experiencia en la
que el espectador, durante la contemplación, percibe una sensación de
satisfacción estética y una mezcla de sentimientos de placer, alegría, diversión;
en la que el contenido tiene su esencia en la risa o carcajada del espectador.
Lo ridículo
Lo
ridículo es una categoría en la que el artista puede crear una representación
alterando o creando un aspecto y que ridiculice el fenómeno u objeto, o
representa una escena que tiene una connotación ridícula.
Ensayo
de lo ridículo
Ensayo de lo
ridículo – oleo -- Rita Vega – México. Representación creando un aspecto
ridículo.
Venus mostrándole a
Marte su pajarito
Ridícula
pintura con Venus mostrándole a Marte su pajarito Joseph Marie Vien
(Montpellier, 1716-París, 1809) Pintor y grabador francés. Este es un cuadro
con una connotación ridícula.
Concluyendo
podemos definir que lo Ridículo como categoría estética es una experiencia en
la que el espectador, durante la contemplación, percibe una sensación de
satisfacción estética y una mezcla de sentimientos de placer, alegría,
diversión; en la que el contenido tiene su esencia en lo que se percibe, tiene
un aspecto que ridiculice el fenómeno u objeto, o representa una escena que
tiene una connotación ridícula.
CIBERGRAFIA
http://esteticabelloysublime.blogspot.com/2013/11/categorias-esteticas.html
http://esteticamar.blogspot.com/p/categorias-esteticas.html